Me alegra que te haya gustado la obra.
Pál Kelemen, todo un personaje… Qué pena que la Primera Guerra Mundial se llevara por delante a los húsares (como tantas cosas). El arma de caballería del Ejército austrohúngaro, “su joya”, sería desmantelada. El regimiento de Kelemen se convertiría en infantería pura y dura… dirían adiós a sus vistosos uniformes entre otras cosas y tendrían que conformarse con el “hechtgrau” de la infantería. Yo creo que más chulo que un teniente de caballería de húsares, sería un teniente de caballería de husares con su uniforme de parada. Je, je, je.
Un saludo.